Hola!!!
Aquí estoy otra vez con un flan, que van apeteciendo ahora que las temperaturas son un poco más primaverales y esta vez de naranjas sanguinas, que habitualmente no se ven mucho por tierras asturianas y que encontré en una frutería nueva de mi barrio y a un precio genial.
Al incorporar zumo de fruta, resulta más ligero y refrescante, pero este que he hecho yo, es de unas proporciones enormes, así que si os apetece, optad por reducir las cantidades.
Necesitamos:
Caramelo líquido
10 huevos enteros y 2 yemas
500 ml de leche
500 ml de zumo de naranja sanguina
15 cucharadas soperas de azúcar
El primer paso es caramelizar el molde que vamos a emplear, bien poniendo azúcar con unas gotas de agua al fuego o emplear el que ya viene preparado.
Ponemos la leche a calentar junto con el azúcar, sin que llegue a hervir, y para darle más sabor a naranja, añadimos la piel de una de ellas o la ralladura. Batimos bien los huevos y las yemas, y lo mezclamos con el zumo que previamente hemos exprimido y pasado por un colador para eliminar la pulpa. Añadimos la leche tibia, que también habremos colado para retirar la ralladura y mezclamos bien, vertemos en el molde y lo ponemos en el horno al baño maría a 170º , mínimo unos 40 minutos. Para asegurarse de que el flan esté bien cuajado, podemos pinchar con un palillo, y lo retiramos cuando salga seco. Inmediatamente refrigeramos el flan unas cuatro horas. Desmoldamos y listo!!!!!!!!!!!
Un flan cremoso que a la vez resulta ligero y no es empalagoso, riquísimo...
La única dificultad que presenta este flan, es conseguir que en las fotos se pudiera apreciar bien el color que tiene, y lamentablemente perdí la batalla, un color entre naranja y rosado que aparece ligeramente tostado, una delicia para la vista y para el paladar. ¿Alguién va a probarlo?
